¿Cómo prevenir los calambres nocturnos?
¿Alguna vez te ha despertado una contracción repentina, intensa y dolorosa en la pierna en medio de la noche? ¿Has tenido lo que se llama un calambre nocturno que provoca una sensación desagradable y dolorosa y quieres que pase lo antes posible? Veremos en este artículo cómo se caracteriza un calambre nocturno desde el punto de vista fisiológico y las causas que favorecen su aparición. Luego veremos cómo aliviarlos y los medios para prevenirlos.
¿Qué es un calambre muscular?
Los síntomas de un calambre son un dolor repentino debido a la contracción involuntaria (es decir, no controlada por el cerebro) e intensa de uno o más músculos incapaces de relajarse. Los calambres suelen ser benignos y pueden ocurrir durante el esfuerzo muscular o en reposo. Por lo general, duran unos segundos, pero pueden durar varios minutos. Cuando un calambre dura mucho tiempo, provoca molestias y el dolor puede persistir en el músculo afectado.
Las personas con mayor riesgo de sufrir calambres musculares son las mujeres embarazadas, los ancianos y los deportistas.
Los calambres musculares pueden ocurrir por la noche, son calambres nocturnos. Hay que diferenciarlos de los calambres de esfuerzo que se producen durante una actividad física y que se deben a una sobrecarga de calcio en el músculo ya la falta de sodio en el organismo. De hecho, el calcio es esencial para la contracción muscular y se libera en grandes cantidades durante el ejercicio.
Los calambres nocturnos se localizan en la pantorrilla y el pie. Son multifactoriales (varios factores pueden estar en el origen). Sus principales causas serían la falta de oligoelementos como magnesio, potasio o incluso sal (cloruro de sodio) o un desequilibrio de nutrientes.
¿Cuáles son las causas contribuyentes?
Hay muchos factores que favorecen la aparición de calambres nocturnos:
● Uso excesivo de uno o más músculos durante la práctica de un deporte intenso y prolongado o la acción repetida del mismo músculo. Esto se acentúa en climas cálidos.
● Deshidratación
● Una o más deficiencias de minerales como magnesio, potasio o calcio
● Una posición estática prolongada obliga a ciertos músculos a permanecer contraídos durante mucho tiempo
● Ciertas enfermedades como diabetes, artritis reumatoide, enfermedad de la tiroides o enfermedades neurológicas
● Problemas circulatorios porque provoca falta de oxigenación y aporte de nutrientes esenciales al músculo para asegurar su correcto funcionamiento
● Ciertos medicamentos como antihipertensivos (contra la presión arterial alta, como los diuréticos), medicamentos para reducir el colesterol (contra el colesterol) o medicamentos utilizados en la osteoporosis
● La enfermedad renal crónica y las sesiones de hemodiálisis provocan una pérdida importante de agua y sal
● cirrosis
● Envenenamiento por metales pesados, venenos de animales, etc.
¿Cómo aliviar un calambre?
En la mayoría de los casos, los calambres desaparecen por sí solos después de unos 15 minutos. Pero en ocasiones pueden durar más, dejando molestias y dolores más duraderos, por lo que es fundamental aliviar el calambre cuando se presenta para minimizar su duración así como el dolor que provoca.
Los estiramientos alivian los calambres. Durante la contracción es necesario estirar el músculo suavemente evitando hacer un gesto brutal que pueda provocar un desgarro muscular. Caminar también estira y relaja el músculo.
Masajear el músculo lo calienta y ayuda a relajarlo. Es posible utilizar una crema o un gel de masaje.
Atención, el mal reflejo es enjuagar la pierna con agua fría. De hecho, el frío promueve la contracción muscular y provoca vasoconstricción. Por lo tanto, es necesario enjuagar aumentando gradualmente la temperatura del agua para calentar el músculo y promover su relajación.
Si los calambres nocturnos se vuelven recurrentes, se denominan calambres crónicos. Entonces es necesario consultar a su médico porque requiere tratamiento farmacológico.
¿Cómo prevenir los calambres nocturnos?
Los famosos remedios de la abuela pueden ayudar a evitar los calambres nocturnos, sin embargo no están científicamente probados y nunca se ha demostrado su eficacia. Por ejemplo, poner un jabón de Marsella al final de la cama o debajo de las sábanas compensaría los déficits de potasio o colocar imanes debajo del colchón se supone que limita la aparición de calambres.
Para evitar los calambres, es fundamental llevar una dieta equilibrada y variada respetando las 5 frutas y verduras al día así como hidratarse de forma regular y suficiente (al menos 1,5 litros al día). Esto permite un aporte suficiente de oligoelementos para prevenir carencias. Los gránulos Hydratis permiten una mejor absorción del agua y constituyen una importante fuente de oligoelementos: Magnesio, Potasio, Cloruro, Zinc, Manganeso y Cloruro de Sodio.
El tabaco, el alcohol y la cafeína deben limitarse porque son estimulantes y favorecen las contracciones musculares.
La homeopatía también se puede utilizar para la prevención. Encontramos Cuprum metallicum 5 CH, del cual se deben tomar 5 gránulos cada noche antes de acostarse.
La mala circulación venosa puede ser un factor que favorezca la aparición de calambres, por lo que para mejorarla es posible elevar las piernas por la noche utilizando un cojín colocado bajo las pantorrillas y los pies.
Finalmente, los masajes con aceites esenciales (lavandín, clavo y laurel noble) ayudan a relajar los músculos antes de dormir. Atención, los aceites esenciales están fuertemente desaconsejados para mujeres embarazadas y niños.
