¡Te damos la solución contra los calambres!

¿Por qué tengo calambres? ¿A qué se deben?

Los calambres son contracciones musculares involuntarias. Durante un episodio de calambres, estos últimos se volverán brutalmente rígidos y muy dolorosos. Este mal se dirige principalmente a deportistas, personas mayores de sesenta años y mujeres embarazadas, pero puede ocurrir de forma global en cualquier persona ya cualquier edad. Asimismo, es común que este tipo de contracturas aparezcan en medio de la noche o de madrugada, despertando a la persona con un dolor intenso.

Desafortunadamente, el mecanismo que conduce a la aparición de los calambres no está del todo dilucidado. Se sospechan así causas muy diversas, siendo las principales el déficit de determinados minerales en el organismo y la falta de hidratación. Desarrollaremos estos dos puntos en los siguientes párrafos.

Los calambres se consideran un fenómeno benigno. Sin embargo, si ocurren con mucha regularidad y su dolor es persistente, es recomendable consultar a un médico.

2. ¿Cómo evitar los calambres? Centrarse en el deporte, la dieta y los minerales.

Entre las causas mencionadas en la aparición de calambres, se suele hablar de un desequilibrio en determinados minerales. En primer lugar, la deficiencia de magnesio, un mineral que interviene en la contracción muscular. Entonces podemos entender fácilmente por qué una mala ingesta de este elemento, a través de la ingesta de alimentos y agua, puede perturbar el correcto funcionamiento de nuestros músculos. Para reconocer tal deficiencia, se pueden observar síntomas como fatiga, irritabilidad, trastornos del sueño y contracciones de los párpados. ¡Pero no es el único mineral involucrado! La falta de potasio también parece jugar un papel.

Así, para llenar nuestras existencias de estos dos oligoelementos imprescindibles, intentamos consumir más cereales integrales y legumbres. Del mismo modo, los pescados grasos (sardinas, anchoas, mariscos) son muy ricos en calcio, magnesio y potasio. También puedes comer plátanos (ricos en potasio), espinacas, miel o chocolate negro. Si a pesar de todo el problema persiste, puedes consultar a tu médico quien decidirá si instaurar o no una posible suplementación de determinados minerales.

Los calambres suelen presentarse después de la práctica deportiva. Por una buena razón: un esfuerzo demasiado intenso o prolongado que, combinado con una mala hidratación, conducirá al agotamiento del glucógeno en los músculos y la acumulación de ácidos. Consecuencia: un calambre te pega fuerte en medio del campo, o se presenta unas horas después, en reposo.

Las soluciones :

1- Disponer de material deportivo adecuado: Marcas como Le Pédaleur , Camp Vibes y Athlete Running Club ofrecen cajas completas de material deportivo (dependiendo de tu actividad deportiva) para que estés mejor equipado para evitar calambres, dolores, lesiones…

2- Comenzar la práctica deportiva de forma paulatina y sin forzar.

No olvides estirar bien los músculos antes y después de la sesión.

3- Consumir bebidas hidratantes como Hydratis

3. ¿Qué tan importante es la hidratación para los calambres?

Ahora veremos la segunda causa principal de la aparición de calambres: la deshidratación. De hecho, la falta de ingesta de agua agotará el stock de sales minerales. Por lo tanto, los dos factores están intrínsecamente vinculados y no se puede corregir el primero sin abordar el segundo.

Así, si has estado experimentando episodios de calambres últimamente, es posible que estés experimentando una deshidratación más o menos marcada sin saberlo. Para detectarlo, busque los siguientes signos: orina oscura, piel seca y posiblemente dolores de cabeza, dificultad para concentrarse y movimientos intestinales lentos.

Por lo tanto, será necesario intentar restaurar la hidratación óptima, comenzando por beber más a menudo. Sin embargo, incluso si una mejor hidratación puede parecer fácil en la superficie, no siempre es así a largo plazo. Para ello, hay que adoptar buenos hábitos diarios y ceñirse a ellos. Por ejemplo, puedes empezar a llevar contigo una botella de agua de metal a todas partes, poniéndote metas a lo largo del día (por ejemplo: terminar la botella de agua un cierto número de veces durante la tarde). El objetivo es llegar a 1,5 L de agua al día, y aumentar este consumo en los siguientes casos:

• En caso de calor fuerte, porque las pérdidas de agua aumentan por la transpiración.

• Durante la práctica deportiva moderada a intensa.

• Tan pronto como percibas la sensación de sed: ¡esto último significa que ya estás deshidratado!

Hacer la elección de un agua rica en sales minerales preferentemente, y alternar de marca para variar los aportes. Además del agua mineral, realza tu día con infusiones y tisanas. Además, agregue muchas frutas y verduras, alimentos con un contenido muy alto de agua, a su dieta.

Finalmente, puedes perfeccionar tu hidratación con las soluciones de rehidratación que se venden en las farmacias. Estos últimos, al igual que los de la marca Hydratis, contienen grandes cantidades de sales minerales, sodio, glucosa y oligoelementos para permitir que tu cuerpo absorba mejor el agua.

Incluso si las causas de la aparición de los calambres no siempre son fáciles de identificar, al llenarte de hidratación y minerales pones todas las posibilidades de tu lado para deshacerte de ellos. A continuación, puede finalmente reanudar una actividad deportiva tranquila, en la mejor de sus formas. Así que en sus marcas, prepárense... ¡Beban!